miércoles, 4 de enero de 2012

ENFERMEDADES DEL APARATO REPRODUCTOR EN EL PERRO


ENFERMEDADES DEL APARATO REPRODUCTOR EN EL PERRO


ENFERMADES DEL APARATO REPRODUCTOR MASCULINO.

En el artículo de este mes, voy a contaros algunas cosas interesantes sobre las patologías que afectan al aparato genital de los machos, es decir, aquellas que aparecen en pene, prepucio, uretra peneana, epidídimo y testículos. Dejaremos para otra ocasión la próstata dado que sus patologías merecen ser tratadas .

La pubertad se presenta entre los 8 o 9 meses, aunque en las razas grandes y gigantes es más tardía. Aparecerán comportamientos sexuales antes ausentes, como montar a los miembros menos dominantes y marcar el territorio



PENE Y PREPUCIO:



-Traumatismos del pene : se presentan como consecuencia de peleas, atropellos, cuerpos extraños, saltos de barreras u obstáculos y traumatismos durante la cópula. Estas lesiones pueden ir desde un simple hematoma a laceraciones y fracturas del hueso peneano.
Las pruebas diagnósticas se harán en función de la gravedad del problema. Si consideramos que hubo un traumatismo importante se deberá evaluar la función uretral por ultrasonografia. Las fracturas peneanas serán visibles en una radiografia

Las heridas no necesitaran ningún tratamiento especial, pero durante su curación deberá evitarse la erección ya que podrá provocar hemorragias y dehiscencias de suturas si es que hubo que aplicarlas.

La rotura del hueso peneano puede ir acompañada de obstrucción urinaria o de desgarro uretral, lo que dará lugar a serios trastornos de la micción. Si el caso lo requiere y la introducción de una sonda uretral es imposible, deberemos vaciar la vejiga por medio de una aguja acoplada a una jeringuilla. Una vez vaciada esta nos resultara más fácil sondar, dejando el cateter uretral hasta que se produzca la cicatrización.

Las fracturas peneanas con desplazamiento de alguna parte del hueso se pueden solucionar con alambres ortopédicos, y si no hubo desplazamientos no será necesario inmovilizar la zona. Debemos tener cuidado de cualquier manera ya que la cicatrización de la fractura puede provocar una obstrucción de la uretra.

En casos muy graves puede ser necesaria la amputación del pene.

-Priapismo:

Se denomina así al presencia de una erección persistente anormal no relacionada con la excitación sexual. Se produce por una alteración en los músculos implicados en la erección y en la relajación del pene. Puede tener relación con lesiones de la médula espinal lo que implicaría una valoración radiográfica de la médula y análisis del líquido cefaloraquideo. En algunos perros se resuelve espontáneamente. Recientemente se ha descubierto que determinadas anestesias y ciertos medicamentos pueden provocar priapismo.

Se trata de una urgencia ya que de no solucionar el problema de forma rápida se presentara necrosis- muerte de las células- del pene.

Las alternativas terapéuticas a este grave problema son limitadas. En medicina humana se han utilizado antihistamínicos y su resultado dependerá del tiempo transcurrido entre su aparición y la instauración del tratamiento.

No debemos considerar priapismo ciertas erecciones transitorias que presentan algunos perros nerviosos. Si estas se hacen cada vez más frecuentes la castración resolverá el problema.

Tampoco es priapismo la erección persistente que presentan algunas perros después de la cópula o de la recolección de semen. Si persiste mucho tiempo debéis retirar a la hembra y sacar al perro del lugar donde se produjo la cópula o la masturbación. Si aún así persiste la erección la aplicación de compresas frías y de un tranquilizante debería ser suficiente.

-Frenillo peneano persistente:

Por lo general esta alteración se identifica mientras se examina al cachorro durante la consulta para las primeras vacunas. A veces es asintomático pero normalmente observareis que vuestro cachorro se orina en las patas traseras o en otra dirección inesperada, lo que puede producir dermatitis secundaria en alguna de las extremidades. En otras ocasiones veréis un lamido excesivo y la presencia de una secreción que sale del prepucio. Será prácticamente imposible empujar el pene hacia afuera del prepucio, habrá malestar o dolor en la erección. Esto provocará que vuestro perro relacione dolor con excitación sexual desarrollando de manera secundaria reducción de la libido y de la disposición al apareamiento.

El tratamiento es una sencilla operación quirúrgica que consiste en la escisión de esta banda de tejido anormal. No suele ser necesaria anestesia general.

-Hipoplasia del pene:

Es infrecuente pero se ha descrito en el Cocker Spaniel, Collie, Doberman y Gran Danes. Suele se asintomática, aunque se podrá presentar acumulación de orina e infección en el interior del prepucio si el perro también tiene una abertura hipoplásica prepucial. Si se presenta alguno de los problemas nombrados será necesario el agrandamiento de la abertura prepucial y el acortamiento quirúrgico del prepucio.

-Deformidad congénita del hueso peneano:

Si el hueso peneano presenta alguna deformidad será normal que no podamos retraer el pene dentro de la túnica del prepucio, y que en ocasiones se presente obstrucción de la uretra. Si la anormalidad es muy importante nos encontraremos con una parte del glande que sobresale constantemente del prepucio. Esta zona estará expuesta a desecación, traumatismo y necrosis.
El tratamiento dependerá de la gravedad de la deformidad y del uso al que se destine el perro. Si la desviación es grave deberemos fracturar el hueso, recolocarlo y conseguir una osificación adecuada. Estos perros tendrán grandes problemas para copular, por lo que si se trata de un ejemplar de gran valor deberemos recurrir a la inseminación artificial.

-Hipospadias:

Se trata de la terminación anormal de la uretra que se localizara en una zona inferior y posterior a la abertura normal del extremo del glande. Esta alteración dará lugar a infecciones urinarias, incontinencia y dermatitis provocadas por la orina que no puede salir al exterior. Si el defecto es grave necesitara tratamiento quirúrgico. La técnica a utilizar dependerá de que la hipospadia vaya o no acompañada de un pene corto o desviado, hueso peneano con malformación, defectos del desarrollo del escroto y otras anomalías urogenitales.


-Fimosis:

Se trata de una apertura prepucial anormalmente pequeña que provoca que el pene se encuentre atrapado en la cavidad prepucial. Se puede presentar al nacer o como consecuencia de una inflamación, edema, tumor o formación de un tejido cicatrizial después de traumatismo, irritación química o infección.

La oclusión congénita completa es causa de muerte en neonatos ya que este defecto impedirá la salida de orina. Las aberturas pequeñas pueden interferir en la micción y provocar el acumulo de orina en la cavidad prepucial. Veréis un goteo constante de orina, flujo anormal durante la micción, inflamación constante del prepucio y en la clínica diagnosticaremos infecciones bacterianas secundarias y balanopostitis- de la que os contaré algo más adelante-. Vuestro perro será incapaz de exteriorizar el pene durante la cópula y no solo eso, sentirá dolor al intentarlo y como consecuencia su libido se verá seriamente mermada.

El tratamiento, como en las anteriores patologías descritas, dependerá de la gravedad de los síntomas y del uso que queráis dar a vuestro perro. Si hay que operar, la técnica consistirá en agrandar el orificio prepucial.

-Parafimosis:

Es este un problema muy grave. El pene será incapaz de retraerse a la cavidad prepucial después de la erección. El prepucio provocará una gran presión sobre el órgano reproductor que se verá así afectado por un problema en la circulación de la sangre.
Al poco rato de presentarse el problema veréis un pene edematoso que irá secándose lo que dará lugar a la aparición de fisuras, necrosis, desarrollo de obstrucción uretral y gangrena.
La causa de parafimosis puede ser una fimosis leve, cuerpos extraños, fracturas del hueso peneano, priapismo crónico ( es decir congestión del pene que no se acompaña de excitación sexual), traumatismos y balanopostitis crónica.

La demora en el tiempo de actuación puede llevar a la amputación del pene si la parafimosis ha estado presente más de 24 horas. Se trata de intentar liberar al pene de la presión a la que esta siendo sometido. Debemos intentar retornarlo a su lugar. Al principio intentaremos hacer salir la mayor cantidad de glande posible estirando el prepucio hacia atrás, lo que mejorara la circulación peneana y disminuirá la tumefacción. Una vez conseguido esto devolveremos el prepucio a su lugar natural, previa limpieza y desinfección del pene. La recolocación del prepucio se puede conseguir con lubricante hidrosoluble. Si el edema nos impide realizar esta maniobra usaremos compresas frías de agua o de dextrosa hipertónica. El agrandamiento quirúrgico del orificio prepucial puede ser necesario si el tratamiento médico no funcionó. Seguramente será necesario mantener una sonda durante 14 días, exteriorizar el pene a diario y aplicar pomadas antibióticas.

Si por desgracia hubo necrosis o gangrena nos veremos obligados a la amputación del pene.

Existe una manera de intentar prevenir la aparición de este grave problema. Debéis recortar los pelos que se encuentran alrededor del orificio prepucial antes del apareamiento y observar el pene y el prepucio varias veces después del coito hasta que el pene se haya retraído por completo.

-Incapacidad de lograr una erección:

Las causas de esta alteración pueden ser varias: estimulación sexual inadecuada, temor al dolor experimentado en apareamientos previos, deficiencia de andrógenos, dolor relacionado con el desarrollo de la erección o derivaciones vasculares en el interior del pene que impiden la congestión normal de este..

La deficiencia de andrógenos puede ser debida a hipoplasia testicular, anormalidades cromosómicas, enfermedades hormonales que afecten a la descarga de determinadas hormonas ( hipotiroidismo ) y medicamentos ( corticoides ).

Tampoco es nada infrecuente encontrar este problema en perros con enfermedades articulares, en especial, artritis de cadera.

Como entenderéis serán numerosas las pruebas a realizar sobre vuestro perro en el caso que presente este problema. Análisis de sangre que incluyan pruebas hormonales, radiografías e incluso un cariotipo. El pronóstico será malo si llegamos a la conclusión de que el problema es debido a una hipoplasia testicular, un problema cromosómico ( XXY) o tasas de testosterona bajas.

Si las pruebas diagnósticas no nos permiten dar con la causa podemos intentar un tratamiento con metilparahidrobenzonato para inducir la excitación sexual y al mismo tiempo presentarle al perro diferentes hembras en celo.

-Balanopostitis:
La balanitis denota la inflamación del glande del pene y la postitis es la inflamación del prepucio. Puesto que la inflamación afecta a ambas estructuras, se utiliza el término balanopostitis. Si veis que vuestro perro va dejando unas gotitas de color verdoso por el suelo de casa, seguramente este padeciendo esta enfermedad. Este tipo de inflamaciones de carácter infeccioso suelen estar producidas por las mismas bacterias que se encuentran normalmente en la zona, pero también pueden estar producidas por otras más patógenas como brucellas ( la causante de la famosa Fiebre de Malta ), por hongos como el blastomyces o por virus ( Herpesvirus ).

La infección puede ser leve y remitirá con lavados locales con antisépticos y pomadas de antibióticos, pero a veces puede requerir diagnósticos más complicados. Sí además de la secreción purulenta observáis edema, dolor en la zona, presencia de abscesos, con letargo, inapetencia y fiebre, estaremos ante una infección importante.

Habrá que descartar la presencia de cuerpos extraños ( en especial las espigas en verano ), tumores, úlceras y laceraciones.


-Tumores del pene y del prepucio.

La neoplasia más frecuente en los genitales externos del perro macho es el tumor venéreo transmisible ( TVT ). Se trata de un tumor contagioso cuya transmisión más frecuente se produce a través de coito, aunque también se puede contagiar por lamido y por contacto directo con el tumor.

Estos tumores se presentan al principio como zonas hiperémicas ligeramente elevadas que luego adquieren aspecto de coliflor pudiendo alcanzar 5 cm de tamaño. Se localizan con más frecuencia en el glande, pero pueden encontrarse en cualquier punto del pene o del prepucio. Evidentemente las hembras también pueden padecerlo en la pared vaginal, y diseminarse después a la vulva y útero. Puede presentarse también en otras localizaciones como piel, cara, vías nasales, boca, e interior y contorno de los ojos ya que el macho suele lamer y olfatear los genitales externos de las perras. Es un tumor frecuente en perras callejeras jóvenes..

En este caso veréis que vuestro perro gotea sangre y en la clínica podremos observar la presencia del tumor.

Afortunadamente tiene tratamiento curativo ha base de quimioterápia. Aplicamos una vez por semana un producto llamado vincristina por vía intravenosa una vez por semana durante 4-6 semanas.

Otros tumores que pueden afectar al pene y prepucio son los mastocitomas, carcinomas de células escamosas, fibromas y papilomas que suelen afectar a perros viejos. Si se presentan observareis inflamación en la región del prepucio, secreciones anormales, lamido excesivo, dificultad al orinar, sangre en la orina...El tratamiento dependerá del tumor de que se trate.


TESTÍCULOS Y EPIDÍDIMO:


Criptorquidia:

En los perros el descenso testicular ocurre a los 10 días de vida, aunque pueden existir variaciones raciales. Si no son palpables a las 8 semanas de edad podemos considerar que el perro es criptorquido, aunque algunos veterinarios prefieren esperar a que cumpla las 16 semanas.

La unilateral es más frecuente que la bilateral. Los testículos que no han descendido se pueden encontrar en la cavidad abdominal o en el tejido subcutáneo de la zona inguinal. Lo que se conoce como monorquidismo verdadero (ausencia congénita de testículos ) es raro. La criptorquidia SIN LUGAR A DUDAS ES HEREDITARIA porque:
1) Se presenta con más frecuencia en ciertas razas ( Caniche toy y miniatura, Yorkshire, Chigaugua, Boxer, Pomerania, Schnauzer miniatura, Pekinés, Maltés, Pastor de Shetland, y Cairn Terrier ).
2) Es más frecuente en una familias que en otras.
3) La presencia del rasgo puede incrementarse o reducirse seleccionando los animales afectados a favor o en contra respectivamente. No se conoce el mecanismo por el que se hereda, pero se sabe que el gen transmisor lo portan tanto los machos como las hembras ( por lo tanto esta ligado al cromosoma X ) y pueden transmitirlo a su descendencia.

El testículo sin descender no es normal ya que serán incapaces de producir espermatozoides en especial los localizados en la cavidad abdominal debido a la elevada temperatura a la que están sometidos. La libido suele ser normal. La Criptorquidia bilateral produce esterilidad. El testículo que se encuentra en la bolsa escrotal es normal, es decir, estos perros son fértiles, pero su número de espermatozoides en el eyaculado es menor. Transmitirán este defecto por lo que no deben ser cruzados.

No hay un tratamiento médico que realmente promueva el descenso testicular, aunque a veces el uso de una hormona llamada Gonadotropina Coriónica se ha mostrado eficaz. Los últimos estudios en reproducción rebelan que se debería más a una casualidad. Esto quiere decir que en los perros en que al parecer funcionó el tratamiento, los testículos hubieran bajado igual sin aplicación de hormonas.

-Torsión testicular:

Es más frecuente en testículos intraabdominales que en escrotales. Se presenta de forma súbita y su único tratamiento es la extirpación del testículo afectado. El dolor es la principal manifestación clínica. El perro se negará a caminar o a ponerse en pie. Se puede presentar letargo, inapetencia, vómito, fiebre e incluso ascitis ( presencia de líquido en cavidad abdominal). Se produce por la rotación del testículo sobre su eje horizontal ocasionando la torsión del cordón espermático, que impedirá la irrigación normal y la necrosis de la glándula. La mayoría de las veces en que se produce este problema en un testículo abdominal es porque este estaba ya tumorado. Si se produce en un testículo normal, cosa bastante infrecuente, podría deberse a la rotura del ligamento escrotal consecutivo a un traumatismo o a una actividad física excesiva

-Orquitis / epididimitis aguda:

Normalmente es provocada por bacterias que penetran en los testículos y epidídimos a través de un traumatismo directo ( lesiones por punción, heridas penetrantes ), paso retrógrado de orina o secreciones prostáticas infectadas, infecciones de otros órganos que provocan el traslado de bacterias a estas zonas por los vasos sanguíneos o presencia de infecciones en ganglios linfáticos próximos.

Son muchas las bacterias culpables de estas infecciones. Se ha informado que el virus del Moquillo origina inflamación no supurativa y fibrosis de los testículos y el epidídimo. También enfermedades como ehrlichiosis, fiebre exantemática de las montañas rocosas ( ambas transmitidas por garrapatas ) y algunas micosis sistémicas pueden provocar esta patología.

Los síntomas son muy parecidos a los de la torsión testicular y debido al dolor en las clínicas nos vemos a veces obligados a tranquilizar al perro para poder realizar el examen oportuno. Suele darse en uno solo de los testículos que aparecerá inflamado, caliente y con severas dermatitis si el perro llegó a lamerse. Algunas veces habrá un exudado mucopurulento por el escroto si se ha producido algún absceso en el interior.

Deberemos entonces saber si hay o no torsión, ya que en función de ello realizaremos uno u otro tratamiento. Para ello nos ayudaremos de la ecografia. . Optaremos por el uso de antibióticos de amplio espectro en espera de los resultados del cultivo que ya habremos mandado al laboratorio. Debemos hacer descender la temperatura testicular ya que este exceso de temperatura puede causar daños irreparables en las células que producen espermatozoides. Utilizaremos compresas frías, antipiréticos y antiinflamatorios. Debéis saber que la orquitis unilateral puede afectar al otro testículo debido al calor que libera el proceso inflamatorio o a las mismas bacterias que pueden pasar de una glándula a otra. Por este motivo la castración unilateral debe considerarse solo en un semental para salvar el testículo normal.

El pronóstico si no realizamos la castración es reservado ya que el daño producido en las células puede traducirse en lesiones irreversibles que a veces tardan meses en manifestarse y que llevaran a la infecundidad. No es recomendable pronosticar la fertilidad de un perro hasta 6 meses después del momento en que se inicio el problema. Incluso entonces hay que revisar de manera periódica al perro para determinar su estado en relación con la producción de espermatozoides.


-Tumores testiculares:

Los tumores testiculares son frecuentes en perros mayores. Podemos nombrar los de células de Sertoli, células de Leydig y los seminomas. La edad de aparición suele ser a los 10 años. Hasta un 35% de los perros con neoplasia testicular tienen dos o tres tipos de tumor al mismo tiempo. La edad de presentación suele ser los 10 años. La incidencia es mayor en perros testículos criptorquídicos, y dentro de estos más en los intraabdominales que en los inguinales.

Los tumores de células de Sertoli pueden medir entre 1mm y 5cm, aunque si asientan en un testículo intraabdominal pueden llegar a medir 20 cm. Entre un 10-20% son malignos y hacen metástasis en ganglios linfáticos, pulmones, hígado, bazo, riñones y páncreas. Existe un síndrome ( del que hablaré en un próximo artículo ) llamado síndrome de feminización del macho que a menudo se origina por estos tumores.
Algunos perros con este tipo de cáncer presentan un fracaso de su médula ósea que provocará anemia, destrucción de plaquetas y descenso alarmante de glóbulos blancos.

Los seminomas ase producen en las células encargadas de producir espermatozoides y su tamaño varía desde 1 a 10 cm. Tan solo el 5% son malignos y si hacen metástasis, estas se localizaran en los mismos lugares en que lo hacen los de Sertoli.

Los de células de Leydig suelen ser muy pequeños y no llegan a medir más de 2 cm, no suelen producir signos clínicos y son en su mayoría benignos.

El diagnostico lo realizaremos por palpación y nos ayudaremos de la ecografia. La aspiración con aguja para realizar una citología nos permitirá diferenciar tumores de abscesos o de granulomas.

Las manifestaciones clínicas que veremos dependerán en gran medida de la actividad hormonal del tumor (secreción de andrógenos o de estrógenos ). Observareis un agrandamiento de escrotal o testicular y una diferencia de tamaños entre los dos testículos o signos que os hagan sospechar de que se esta produciendo una torsión testicular. Si el tumor produce estrógenos dará lugar al ya nombrado síndrome de feminización y si produce andrógenos veremos problemas relacionados con la actividad prostática, y la presencia en ocasiones de tumores perineales. Como consecuencia de la descarga de andrógenos por los tumores testiculares nos podemos encontrar con quistes, hiperplasia, abscesos e inflamación de la próstata. Veréis entonces que vuestro perro gotea sangre a través del pene, orinara con sangre, tendrá estreñimiento, debilidad en las patas traseras, anormalidades en la manera de caminar, fiebre, inapetencia, pérdida de peso. La presencia de hernias perineales ( es decir, las que aparecen a los lados del ano ) también se relacionan con tumores testiculares productores de andrógenos.

El diagnóstico, además de por los datos clínicos lo realizaremos mediante ecografía. Esto nos permitirá localizar tumores intratesticulares y si es necesario obtener biopsias.

El tratamiento implica la extirpación del testículo afectado y es conveniente buscar antes posibles metástasis mediante radiografía y ecografía. Si hay criptorquidia la extirpación debe ser bilateral. El uso de quimioterapia posterior a la cirugía puede ser útil si hay metastásis para que el perro viva unos meses más. La curación no es posible.



En un próximo artículo os hablaré sobre las Dermatosis asociadas con hormonas sexuales como son el Hiperestrogenismo en hembras, Hipogonadismo en hembras enteras, Dermatosis sensibles a la testosterona en los machos, Neoplasias testiculares que producen cambios en la piel, Hipogonadismo en los machos enteros, trastornos de las hormonas sexuales adrenales, síndrome de tipo hiperplasia adrenal y del síndrome de feminización.

He dejado también intencionadamente las patologías de la próstata para un próximo artículo.

Añado un pequeño diccionario para definir términos que aunque todos conocéis pueden ayudaros a la mejor comprensión del artículo:

PREPUCIO: Es la piel que recubre el glande del pene. El prepucio y el glande están unidos entre si por un repliegue que se llama FRENILLO. Entre el glande y el prepucio existe una cavidad que es la cavidad del prepucio en la que se deposita una sustancia llamada ESMEGMA.

ESMEGMA: Es un producto que se acumula en el espacio entra el prepucio y el glande.
Sirve para proteger y lubricar es espacio prepucial.

EPIDÍDIMO: Es un cordón o cuerpo alargado situado en la parte posterosuperior del testículo, tiene aproximadamente 5 cm de longitud y 12mm de anchura.

URETRA: Es un conducto por el que discurre la orina desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción. Cumple también una función reproductiva al permitir el paso del semen. Se abre al exterior en
el glande. La parte que discurre por el pene se llama uretra peniana o esponjosa y tiene una longitud de 15-16 cm.

FIMOSIS: Es un estrechamiento del orificio prepucial que impide la salida del glande activamente durante la flacidez del pene o pasivamente durante la erección.

CARIOTIPO: Es un examen que se hace para identificar anomalías cromosomicas como causa de una malformación o de una enfermedad. El examen puede realizarse con una muestra de sangre, médula ósea, líquido amniótico o tejido de la placenta fetal.

HIPOPLASIA: Alteración que impide que un órgano, o un tejido, llegue a su completa formación.

ANDRÓGENOS: Son hormonas sexuales masculinas. La más importante es la testosterona que es segregada por los testículos.


CUADRO

TRASTORNOS DEL PENE Y DEL PREPUCIO

-Trastornos congénitos......................
Frenillo persistente del pene.
Hipoplasia del pene.
Hipospadias.
Deformidad congénita del hueso peneano.



-Trastornos adquiridos.........................
Fimosis.
Parafimosis.
Priapismo.
Incapacidad para lograr una erección.
Balonopostitis.
Traumatismo del pene.
Tumores del pene y del prepucio.


TRASTORNOS DE LOS TESTÍCULOS Y EL EPIDÍDIMO.

-Trastornos congénitos.......................
Criptorquidía.
Hipoplasia testicular.


-Trastornos adquiridos...........................
Tumores testiculares.
Orquitis y Epididímitis.


José Enrique Zaldívar Laguia.
Clínica Veterinaria Colores.
Pso de Santa Maria de la Cabeza 68 A.
28045-Madrid..Artículo publicado en la revista El Mundo del Perro

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