miércoles, 4 de enero de 2012

ENFERMEDADES DE LAS VÍAS URINARIAS BAJAS EN EL GATO


NFERMEDADES DE LAS VÍAS URINARIAS BAJAS DEL GATO

ENFERMEDADES DE VÍAS URINARIAS BAJAS EN EL GATO
El sistema urinario está formado por los riñones, que filtran la sangre y excretan la orina, los uréteres que conducen la orina desde la pelvis renal hasta la vejiga de la orina, en donde queda almacenada hasta el momento de la micción.
Una estructura anatómica sumamente importante para entender los problemas que vamos a describir en el presente artículo es la uretra.
La uretra del gato empieza en el cuello de la vejiga y termina en el glande, mientras que en la gata, comienza en el cuello de la vejiga y termina en el vestíbulo vaginal.
Cuando yo empecé a trabajar como clínico veterinario, hace ya 26 años, el término SUF (Síndrome Urológico Felino) o FUS (Feline Urologic Syndrome), era el que utilizábamos para englobar todas las enfermedades que se concretaban sobre las vías urinarias bajas de los gatos. Estos nombres han quedado en desuso y actualmente, aunque con reticencias, se utiliza el término FLUTD (Feline  Lower Urinary Tract Disease) o el término SLUTD (enfermedad del tracto urinario bajo del gato)
De cualquier forma lo que debe quedar claro es que, bajo este concepto quedan incluidos una amplia variedad de signos de las vías urinarias bajas del gato que pueden ser producidos por muy distintas causas. Existen más de 40 posibles causas de signos urinarios de las vías bajas del gato. El primer reto clínico con el que nos enfrentamos los veterinarios es por tanto el de establecer la causa de estos síntomas o signos que serán los que nos van decir que el gato está enfermo.
Las etiologías o causas que nos vamos a encontrar más a menudo son:
-Procesos idiopáticos (más de la mitad de los casos)
-Urolitiasis (formación de cálculos en vías urinarias)
-Tapones uretrales (formaciones que se pueden encontrar en la uretra felina, constituidas por una sustancia amorfa a la que se agregan mayor o menor cantidad de minerales en forma cristalina). En un 16% de los casos, estos tapones no contienen minerales.
-Infecciones urinarias, aunque no debemos olvidar que en muchas ocasiones puede darse una etiología mixta (urololitiasis con infección)
De cualquier forma hay una serie de signos previos que pueden fácilmente pasar desapercibidos como son:
-Lamido insistente o más frecuente de la zona perineal.
-Viajes más frecuentes a la caja, aunque se produzca una micción aparentemente normal.
-Presencia de micciones fuera de la caja, aunque sean de aspecto normal.
-Búsqueda de lugares de estancia poco habituales.
-Cambios de carácter.
-Señales de intolerancia a las caricias en la tripa.
-Ligera tendencia a la protusión peneana.
Ante un gato con alguno de estos signos deberíamos realizar los análisis necesarios para poder llegar a un diagnóstico. El problema es que casi nunca habréis sido lo suficientemente observadores como para daros cuenta de ellos, y acudiréis al veterinario cuando los signos mencionados han pasado a ser síntomas más que evidentes de que algo no marcha bien.
Así nos encontraremos en la mayoría de las ocasiones con gatos que presentan un historial claro de disuria (emisión dolorosa o difícil de la orina) y polaquiuria (emisión anormalmente frecuente de orina), con palpación dolorosa de una vejiga bastante llena. La mayoría de estos gatos suelen presentar hematuria (sangre en la orina). Estos gatos normalmente ya han perdido algo de su apetito habitual, han disminuido su actividad, y han presentado algún vómito.
En otras ocasiones nos encontraremos con gatos obstruidos, que son incapaces de orinar, y que presentarán falta de acicalamiento, decaimiento y deshidratación. Estos gatos requerirán atención urgente, ya que normalmente son animales con anorexia, debilidad, depresión, vómitos, dolor abdominal, deshidratación e hipotermia. Además, debido al reflujo de orina a los riñones, se podrán presentar complicaciones renales como azotemia acidosis (aumento de urea en sangre), hipercaliemia (aumento de potasio en sangre) e hiperfosfatemia (aumento de fósforo en sangre).
Ante un gato obstruido y una vez solucionada la obstrucción y estabilizado, tendremos que preocuparnos de saber la composición de los cristales que han sido capaces de formar los cálculos que han provocado el problema. Para ello es indispensable la realización de un análisis de la orina, previa centrifugación, aunque realmente la identificación definitiva sólo es posible mediante análisis por métodos físicos.
Los cristales más frecuentes en el gato son los de estruvita (fosfato amónico magnésico), que se forman en orinas con un pH superior a 6,5. Los cristales de oxalato cálcico se forman en pH neutros, ácidos, o alcalinos, aunque lo más frecuente es que aparezcan en pH ácidos, es decir en aquellos inferiores a 6. Los clínicos veterinarios estamos asistiendo en los últimos años a un aumento de este tipo de cálculos, quizás debido a la inclusión en muchos piensos de sustancias acidificantes de la orina para evitar la formación de aquellos cálculos que se forman en pH alcalino, es decir los de estruvita. Quiero decir con esto que, quizás estemos previniendo la aparición de unos y fomentando la aparición de otros. Creo que los nutrólogos deberían empezar a preocuparse de esta cuestión a la hora de formular los piensos que estamos utilizando en nuestros gatos. Esto que comento, es tan sólo una apreciación personal, que es negada con contundencia por muchos veterinarios. Lo que si es cierto, es que la incidencia de este síndrome, por lo menos en nuestra clínica, está claramente en descenso en los últimos años, merced sin duda a la mejora nutricional que se ha producido en nuestros gatos.
Otros tipos de cálculos que nos podemos encontrar en las uretras y vejigas de nuestros gatos son los de urato amónico, fosfato cálcico, y cistina.
Lo cierto es, cómo he comentado anteriormente, que los signos clínicos como la eliminación de orina en sitios inadecuados, presencia de hematuria, disuria, y polaquiuria, no implican siempre obstrucción uretral, ya sea total o parcial, por urolitos o por tapones uretrales. Salvo en el caso de los gatos obstruidos, será bastante complicado establecer la causa de los signos y síntomas que presentan los afectados por SLUTD. Es por esto que como habéis leído más de la mitad de los casos son considerados como idiopáticos, es decir de causa desconocida.
Los procedimientos de desobstrucción de un gato que es incapaz de orinar, comprenden la sedación e incluso la anestésia general para introducir la sonda en el conducto uretral peneano. Dado que en muchas ocasiones el estado de estos gatos es bastante malo, se hará necesaria la rehidratación por vía intravenosa, y el uso de analgésicos y antibióticos. Si el gato lleva si orinar más de 24 horas, debemos contar con la posibilidad de que se produzca su muerte a pesar de los esfuerzos que todos los veterinarios ponemos para resolver este tipo de problemas, debido a que suelen presentar una insuficiencia renal posrenal u obstructiva. Además estos gatos suelen presentar alteraciones de la coagulación, y elevados niveles de potasio que pueden comprometer su vida. Muchos de estos animales sufrirán una insuficiencia renal crónica que provocará un fracaso renal irreversible.
Si mediante estas técnicas no conseguimos solucionar el problema habrá que realizar lo que se conoce como uretrostomía perineal, y que consiste básicamente en eliminar el estrechamiento de la porción peneana de la uretra. Está técnica quirúrgica implica la amputación del pene del gato, y la castración si es que el animal está entero. Sí además, hemos visualizado cálculos en la vejiga, se impondrá la eliminación quirúrgica de los mismos.
Una vez solucionado el problema puntual que supone la obstrucción en un gato, nos debemos preocupar de evitar las recaídas, tanto si hubo que realizar la uretrostomía como si no. Para ello, una vez identificados los minerales que han formado los cálculos que dieron lugar a la obstrucción, se impone normalmente un cambio radical en la alimentación.
Si los cálculos eran de estruvita deberemos utilizar acidificantes urinarios, ya que mantener el pH de la orina entre 6-6,5 es fundamental. Además, debemos conseguir el aumento del volumen urinario haciendo que el gato beba más. Para ello se deben utilizar principalmente las dietas secas o húmedas que muchos fabricantes de piensos tienen en el mercado y que cumplen perfectamente estos fines. Puedo afirmar, que en muchos casos, estas dietas son capaces por si mismas de disolver algunos de estos cálculos presentes en la vejiga.
Si los cálculos son de oxalato, existen también dietas adecuadas para evitar su recurrencia, aunque a diferencia de las dietas preparadas para la estruvita, no son capaces de disolverlos.
Recientemente se ha presentado en el mercado una dieta adecuada para ser ingerida por gatos que han presentado cálculos, independientemente del tipo de que se traten.
El control y tratamiento de los gatos con cistitis idiopática sigue siendo un reto clínico importante, ya que muchas veces los síntomas remiten de forma espontánea a los pocos días, pero vuelven a recurrir en muchos animales al cabo de pocos días o semanas. Son muchos los medicamentos utilizados en los gatos que presentan este problema como antibióticos, antiespasmódicos, corticoesteroides, antidepresivos, modificaciones dietéticas, acidificantes urinarios, y sueros por vía subcutánea, sin conseguir una respuesta positiva. El más utilizado en los últimos tiempos ha sido la amitriptilina, pero al igual que ha dado excelentes resultados en algunos gatos, en otros no ha sido así. Es un medicamento cuyas dosis son muy variables, y que por tanto deben ser ajustadas en cada animal, y cuyo uso requiere un control de las enzimas hepáticas.
Como siempre decimos, es mejor prevenir que curar, y más habiendo leído lo que os he contado en el artículo. Es por tanto de suma importancia que observéis la bandeja de vuestro gato, y que os familiaricéis con sus costumbres a la hora de la micción. Cualquier cambio que se presente en ellas, os puede estar avisando de que necesita con urgencia la visita al veterinario. No esperéis a que no orine, porque a veces puede ser demasiado tarde.
CUADRO: CAUSAS DE LA ENFERMEDAD DEL TRACTO URINARIO BAJO DEL GATO
-Alteraciones metabólicas: urolitos o tapones uretrales
-Enfermedades inflamatorias: -infecciosas: virus, bacterias, hongos.
-no infecciosas: inmunomediadas
-Traumatismo
-Desórdenes neurológicos (espasmo uretral, atonía de la vejiga)
-Causas iatrogénicas: catéter uretral, uretrostomía
-Anomálias anatómicas: divertículo vesicouracal
-Neoplasias: -benignas (fibroma, hemangioma)
-malignas (carcinoma de células de transición, adenocarcinoma, linfosarcoma)
Artículo publicado en la revista El Mundo del Gato.

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